Crecimiento y desarrollo personal

El proceso de conocerse a sí mismo en el que consisten los diferentes tipos de crecimiento personal pasa por varias etapas que podemos resumir en tres fases fundamentales:

• toma de conciencia (autoreflexión, autoconocimiento),
• desafío y confrontación (creencias limitantes, miedos),
• aprendizaje y adquisición de habilidades.

El campo de la psicología positiva (pensamiento positivo y crecimiento personal) nace a partir de un cambio de paradigma entre el análisis del pasado (patologías y problemas específicos) y el mirar hacia el futuro en el que la salud mental y emocional del individuo ocupan el centro de la atención dando resalte a los aspectos positivos de la experiencia humana: la importancia de la autoestima en el desarrollo personal, de la felicidad y el bienestar.

Una de las áreas en las que poder aplicar estrategias de crecimiento personal para mejorar nuestra calidad de vida es el ambiente laboral. El trabajo puede ser fuente de estrés y, en el peor de los casos, provocar el síndrome de burnout o la baja autoestima.

Reaccionar y poner límites ante una situación que nos está afectando tanto a nivel psicológico como emocional es un primer paso importante hacia un estilo de vida más sano y enriquecedor.

Además de en el ámbito laboral, un plan de desarrollo personal puede aplicarse:

• a la gestión del tiempo y de las emociones (como la rabia o la tristeza)
• a mejorar el control de nuestra propia vida (locus de control)
• a superar ciertas creencias como la de no estar a la altura (atelofobia)

Por eso, el proceso de crecimiento personal tiene múltiples beneficios: nos ayuda a comprender qué es la empatía, la asertividad, a desarrollar nuestra inteligencia emocional, y al mismo tiempo evitar relaciones tóxicas o de dependencia emocional.

Algunas rutinas que podemos integrar en nuestras vidas y que son buenos ejemplos de desarrollo personal son:

• el hábito de la lectura, nos ayuda a entender otros puntos de vista y formas de pensar,
• practicar un deporte: nos proporciona motivación y crecimiento personal, un estímulo para alcanzar nuevas metas y mejorar la autoestima,
• las actividades al aire libre. Son muy conocidos, por ejemplo, los beneficios del mar y de los paseos por la naturaleza, nos mantienen en un estado de ánimo más saludable y alegre,
• el entrenamiento autógeno nos ayuda a promover la autodeterminación, a mejorar la autoestima y a gestionar las emociones.

¿Qué hacer para mejorar mi desarrollo personal?, ¿cómo puede ayudarme la psicología?

Para entender cómo crecer como persona y empezar en el desarrollo personal, el primer paso es conocerte a ti mismo. Aprender a cuidarse a uno mismo y trabajar en nuestras aptitudes personales es uno de los pilares del desarrollo personal.

Un psicólogo experto te mostrará cómo hacer un plan de desarrollo personal y te dará las herramientas de crecimiento personal necesarias con las que gestionar tus emociones. Además, el psicólogo psicoterapeuta te ayudará a poner en práctica toda una serie de hábitos y ejercicios para alcanzar tus metas y aspiraciones, con el objetivo final de aportar un cambio positivo y profundo que permita la expresión de todo tu potencial y te transforme en la mejor versión de ti mismo.