Crecimiento personal

Cómo poner límites y hacerse respetar

Cómo poner límites y hacerse respetar
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Buencoco
Artículo revisado por nuestra redacción clínica
Artículo revisado por nuestra redacción clínica
Publicado el
5.6.2023

¿Alguna vez te has preguntado cómo poner límites a las personas de manera eficaz? ¿O cómo poner límites a personas abusivas sin sentirte culpable? 

A veces olvidamos que tenemos el derecho y la responsabilidad de proteger nuestro espacio personal y emocional, y ponerse límites es una parte fundamental de este proceso. No solo nos ayuda a mantener relaciones saludables, sino que también nos permite ser fieles a nosotros mismos y a nuestras necesidades. 

En este artículo, te mostraremos cómo poner límites y hacerse respetar, una habilidad esencial para mantener relaciones respetuosas y saludables.

¿Qué son los límites personales?

Los límites, en el contexto de las relaciones interpersonales y la salud mental, son las reglas o pautas que una persona crea para identificar razonablemente lo que son comportamientos seguros y permisibles hacia ella. Establecer límites personales es una forma de comunicar nuestras necesidades, expectativas y preferencias a los demás, y se establecen para proteger el bienestar y la autoestima de una persona. 

Los límites personales pueden ser más o menos flexibles o rígidos. Los límites flexibles son aquellos que te permiten interactuar y comunicarte libremente, mientras que los límites rígidos pueden resultar en aislamiento y dificultades para relacionarse con otras personas.

Aprender a poner límites en la vida nos permite crear relaciones más satisfactorias y basadas en el respeto mutuo, al tiempo que protegemos nuestro bienestar emocional. Por ejemplo, cuando hemos tenido una relación de pareja y no queremos retomar esa relación de ninguna manera, marcar límites claros puede evitar que tu ex recurra al hoovering para tratar de manipularte.

En última instancia, los límites saludables nos ayudan a establecer y mantener relaciones gratificantes con los demás.

¿Por qué es importante aprender a poner límites?

Aprender a poner límites es crucial para mantener un equilibrio saludable en nuestras relaciones personales y laborales. Cuando no sabemos cómo poner límites a una persona, podemos terminar sintiéndonos agotados, frustrados y desvalorizados. Por el contrario, poner límites nos permite proteger nuestro espacio personal y emocional, lo que a su vez nos ayuda a sentirnos más seguros (evitando la inseguridad patológica) y respetados.

Además, aprender a poner límites es una forma de practicar el autocuidado y la autoafirmación. Nos permite establecer control sobre nuestras vidas y tomar decisiones que reflejen nuestras necesidades y valores. Cuando establecemos límites claros, estamos comunicando a los demás que valoramos nuestro tiempo, nuestra energía y nuestro bienestar emocional. Esto puede llevar a relaciones más saludables y equilibradas, y a un mayor sentido de autoestima y autorrespeto. 

En última instancia, poner límites es una forma de afirmar que merecemos ser tratados con respeto y consideración. Es un paso esencial hacia la autenticidad: cuando uno aprende a establecer límites se permite vivir de acuerdo con sus propios valores y creencias, fomentando relaciones más genuinas y satisfactorias.

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Foto de Keura Burton (Pexels)

7 claves para poner límites y hacerse respetar

Poner límites puede parecer desafiante al principio, especialmente si no estamos acostumbrados a hacerlo. Podemos tener miedo de herir los sentimientos de los demás o preocuparnos por el conflicto que pueda surgir. 

Sin embargo, es importante recordar que establecer límites saludables es esencial para nuestro bienestar emocional y para mantener relaciones equilibradas, y con práctica y paciencia puedes empezar a poner límites de manera efectiva. 

Aquí te presentamos 7 claves fundamentales que te ayudarán a aprender a poner límites a los demás:

  1. Identifica tus límites: antes de poder poner límites, necesitas identificarlos. Esto puede implicar reflexionar sobre tus necesidades, deseos y valores. Pregúntate a ti mismo: ¿Cuáles son tus límites personales? ¿Cómo saber poner límites que te hagan sentir cómodo y respetado? Al tener claridad sobre tus límites, estarás mejor preparado para comunicarlos y hacerte respetar.

  2. Comunica tus límites de manera clara y asertiva: tras identificar cuáles son tus límites, el siguiente paso es comunicarlos a los demás. Esto puede ser difícil, y más cuando estás acostumbrado a ceder a las demandas de otras personas, como ocurre en las relaciones con dependencia emocional. Expresa tus necesidades y expectativas de forma directa y respetuosa, asegurándote de que la otra persona entienda tus límites y la importancia que tienen para ti.

  3. Aprende a decir no sin sentirte culpable: decir "no" puede ser increíblemente liberador. Sin embargo, a veces no es fácil, sobre todo si estás acostumbrado a complacer a los demás. Recuerda que negarte a hacer algo que te piden no te hace una mala persona, es simplemente una forma de respetar tus propios límites personales.

  4. Mantente firme: una vez que hayas comunicado tus límites, el siguiente paso es mantenerlos con firmeza. Esto puede requerir que seas constante y consistente, incluso cuando los demás intenten cruzar tus límites personales. Ten presente que mantener tus límites no es un acto egoísta, sino una forma de autocuidado y autorrespeto.

  5. Practica el autocuidado: poner límites efectivamente también implica priorizar tu propio autocuidado. Asegúrate de dedicar tiempo y energía a ti mismo, estableciendo límites en cuanto a cómo distribuyes tus recursos y cómo te cuidas a nivel físico, emocional y mental.

  6. Busca apoyo si lo necesitas: si te resulta difícil aprender a poner límites o enfrentarte a personas abusivas, puede ser útil buscar apoyo psicológico. Un profesional de la salud mental puede proporcionarte las herramientas y estrategias que necesitas para saber cómo poner límites en una relación, así como un espacio seguro para explorar nuevos retos y crecer como persona.

  7. Aprende a manejar las reacciones de los demás: Es posible que encuentres resistencia o reacciones negativas cuando estés aprendiendo a poner límites, pero no cejes en el empeño. Aprende a manejar estas situaciones de manera asertiva, escuchando las preocupaciones de los demás, pero sin comprometer tus límites y necesidades. 

Cómo poner límites en las relaciones personales

¿Alguna vez te has preguntado cómo poner límites a las personas que no te respetan? ¿O cómo poner límites a una persona controladora? Al principio puede ser especialmente desafiante hacerlo, sobre todo si son personas que han estado en nuestras vidas durante mucho tiempo, como amigos de la infancia o familiares. Pero es necesario hacerlo porque es una forma de asegurar que esas relaciones sean mutuamente respetuosas y gratificantes. 

Ponerse límites es también comunicar tus necesidades y expectativas, lo que puede ayudar a prevenir malentendidos y conflictos. Además, al aprender a poner límites en las relaciones estás demostrando respeto por ti mismo y por la otra persona, lo que puede fortalecer la relación a largo plazo. Establecer límites claros y respetuosos no solo te protege, sino que también promueve una comunicación abierta y honesta, construyendo una base sólida para relaciones más saludables y satisfactorias.

Establecer límites en una relación requiere valentía y autoafirmación. A veces, esto puede significar decir "no" a ciertas demandas o comportamientos tóxicos que se basan en el chantaje emocional o la manipulación afectiva y te hacen sentir incómodo o van en contra de tus valores. Recuerda que poner límites en una relación no es un acto de rechazo, sino una manera de establecer un terreno seguro donde ambas partes puedan crecer y llevar a cabo su desarrollo personal.

Cómo poner límites en la pareja

Aprender a poner límites a tu pareja es crucial para mantener una relación saludable y equilibrada. Esto puede implicar establecer límites sobre el trato mutuo, así como negociar cuánto tiempo y energía estás dispuesto a dedicar a la relación, entre otros aspectos.

Hay veces que en una relación de pareja escuchamos cosas como “mi pareja no pone límites a su familia” o “mi pareja no pone límites a su ex”. Esto puede ser la consecuencia de una falta de comunicación y establecimiento de límites sólidos en lo que respecta a las personas fuera de la relación sentimental. 

Para evitar éste u otros problemas de pareja, trata de tener una conversación abierta y honesta con tu pareja. Expresa tus sentimientos y preocupaciones de manera clara y asertiva, y escucha también las suyas. Juntos, podéis trabajar para poner límites que sean mutuamente acordados y os hagan sentiros respetados y valorados.

Poniendo límites en otros contextos

Ponerse límites no se limita solo a las relaciones personales o de pareja, sino que también se extiende a otros ámbitos de nuestra vida. Ya sea en el trabajo, en nuestras relaciones familiares o en situaciones sociales, aprender a establecer límites adecuados nos brinda la oportunidad de cuidar de nosotros mismos, mantener relaciones saludables y desarrollar un equilibrio emocional en todos los aspectos vitales.

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Foto de Sarah Chai (Pexels)

Cómo poner límites en el trabajo

Poner límites en el trabajo es crucial para mantener un ambiente laboral saludable y productivo. Esto significa establecer límites, por ejemplo, sobre cuánto tiempo y recursos estás dispuesto a dedicar a tu trabajo o sobre cómo te tratan tus colegas y superiores impidiendo que puedan desarrollarse casos de mobbing como gaslighting, tan dañinas para nuestra salud física y mental.

En un mundo donde la cultura del "siempre disponible" es cada vez más común, es fácil sentirse abrumado y estresado, lo que puede llevar a problemas como el burnout laboral, un estado de agotamiento por estrés crónico.

En este sentido, cuando sabemos cómo poner límites en el trabajo, estamos en una mejor posición para manejar el estrés y prevenir el agotamiento laboral. 

En definitiva, establecer límites claros en nuestro puesto de trabajo es una forma de practicar el autocuidado y asegurar que nuestras carreras profesionales sean sostenibles y gratificantes a largo plazo.

Cómo poner límites a la familia

No siempre es fácil poner límites a la familia, pero como ocurre en el resto de ámbitos de la vida, en este caso también tienes derecho a expresar tus necesidades y establecer límites saludables que te permitan reafirmar tu identidad y hacerte respetar entre tus miembros familiares.

A la familia se le pone límites que tienen que ver con aspectos como la invasión del espacio personal, la frecuencia de las visitas, las decisiones que afectan a las parejas y los hijos, etc. Establecer estas líneas divisorias claras entre lo que se puede hacer y lo que no puede ayudar a prevenir los conflictos familiares y a mejorar el ambiente y las relaciones entre padres e hijos, con la suegra, los hermanos, etc.

En los casos en los que toca lidiar con padres tóxicos, saber cómo poner límites, cómo comunicar los sentimientos de manera asertiva y establecer espacios de intimidad claros, es todavía más importante porque está en juego el bienestar emocional de la persona, y de esta forma se pueden prevenir comportamientos y dinámicas poco saludables.

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Foto di Elina Fairytale (Pexels)

Cómo poner límites a los niños

Si eres padre o madre, es probable que te hayas preguntado cómo poner límites a los niños de una manera que sea respetuosa pero firme. Cuando lidiamos con niños problemáticos o con comportamientos más tiranos, como ocurre en el caso del síndrome del emperador, es importante establecer reglas claras, ser consistente con las consecuencias y modelar el respeto de los límites a través de tu propio comportamiento. Si esto no fuera suficiente, también es importante saber dónde acudir con un hijo problemático para obtener la ayuda profesional adecuada. 

También es posible que te toque tratar con situaciones en las que tengas que poner límites a tus hijos adolescentes en plena etapa de autodescubrimiento o a tus hijos adultos, con sus propias ideas y valores más desarrollados. En estos casos, sigue siendo importante establecer límites claros a través de conversaciones abiertas en las que todos se sientan partícipes y tengan claro que poner límites no es controlar, sino establecer una relación de respeto mutuo y convivencia armoniosa.

Beneficios de poner límites

Poner límites puede brindarte diversos beneficios. No solo te ayuda a proteger tu espacio personal y emocional, sino que también te permite empoderarte, tomar el control de tu vida y establecer una serie de criterios respecto a cómo quieres que los demás te traten y de qué forma deseas involucrarte en tus relaciones.

Aprender a poner límites tiene grandes beneficios sobre nuestra salud mental; algunos ejemplos son: la mejora del autoestima, la reducción del estrés y la ansiedad y la satisfacción en las relaciones y en la vida en general. Ponerse límites nos previene de sentirnos atrapados en dinámicas de complacencia o resentimiento, y nos brinda la oportunidad de empezar a construir una vida que refleje nuestros verdaderos valores y deseos.

En última instancia, poner límites es avanzar en el camino de la autoafirmación y el respeto por uno mismo. Parafraseando a Nedra Glover, autora de uno de los libros para aprender a poner límites más populares, “Cuestión de límites: aprende a marcar, comunicar y mantener esas líneas que nadie debería cruzar”: marcar límites claros para con los demás es un acto de valentía y amor propio; nadie mejor que tú mismo para saber lo que es mejor para ti.

¿Cómo puedo aprender a poner límites?

Recuerda que si decides emprender este camino y necesitas ayuda profesional, nuestro equipo de psicólogos y psicólogas puede ayudarte a conseguirlo. Si decides dar el primer paso hoy mismo, solo tienes que completar el cuestionario personalizado diseñado para entender tus necesidades específicas y adaptar el tratamiento. 

¡Es hora de que empieces a poner límites, priorizar tus necesidades y crear relaciones más saludables!

Este contenido es de tipo divulgativo y no puede reemplazar el diagnóstico de un profesional.

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