La psicoterapia es una disciplina que se originó a finales del siglo XIX y principios del XX, con el objetivo de comprender las motivaciones que subyacen a los problemas psicológicos que se encuentran en determinados individuos.
Actualmente, existen muchos tipos de terapias psicológicas y varían en función de las diferentes orientaciones psicoterapéuticas. De hecho, los tipos de psicoterapia se basan en diferentes enfoques metodológicos y teóricos de la psicología, mientras que las modalidades difieren con respeto a los destinatarios. De este modo, existe:
- psicoterapia individual
- psicoterapia de pareja
- psicoterapia familiar
- psicoterapia de grupo.
El psicólogo que desee ejercer su profesión guiado por una orientación psicoterapéutica específica deberá realizar formaciones de especialización y después acreditarse como tal.
Así que si te preguntas ¿cuál es la diferencia entre un psicólogo y un psicoterapeuta? La principal diferencia está en la formación, ya que un psicoterapeuta es un psicólogo que se ha especializado en psicoterapia. Por otro lado, mientras el psicólogo proporciona intervención, apoyo y asesoramiento en el ámbito psicológico, el psicoterapeuta trata los trastornos psicopatológicos aplicando técnicas psicoterapéuticas específicas como las que veremos en este artículo.
¿Qué es la psicoterapia?
La psicoterapia es un tratamiento destinado a tratar trastornos o mejorar el bienestar general y la adaptación. Más concretamente, los distintos enfoques de la psicoterapia permiten, cada uno con su orientación psicológica particular, abordar problemas relacionados con el ámbito:
- del comportamiento
- de las emociones
- de la forma de pensar de una persona.
Así, existen tipos de terapia para diferentes trastornos psicológicos, que pueden referirse, como hemos mencionado, a la persona individual, a la pareja, al sistema familiar o a un grupo social.
Breve historia de la psicoterapia
Antes de enumerar los principales enfoques psicoterapéuticos contemporáneos, echemos un vistazo a la historia de la psicoterapia.
Como tratamiento curativo, los orígenes de la psicoterapia se remontan a cuando la explicación de las enfermedades mentales solía reconducirse a un motivo religioso-demoníaco. A partir del siglo XIX, con el uso generalizado de la hipnosis, surgió la comprensión de los síntomas y las historias de los pacientes, lo que allanó el camino al que se considera el padre de la psicoterapia: Sigmund Freud.
Freud fundó el primer grupo de psicoanálisis y a partir de ahí, mediante continuos estudios, surgieron distintos tipos de psicoterapia basados en diferentes teorías de la mente. A cada una de ellas siguieron diferentes enfoques psicoterapéuticos que aún existen hoy en día.
Este rápido recorrido nos permite comprender cómo, aunque la psicoterapia se considere una ciencia "joven", los motivos y las cuestiones en los que se basa tienen una longevidad que se entrelaza con la historia de la humanidad.
Los distintos enfoques de la psicoterapia pretenden responder a las mismas necesidades (aunque con metodologías diferentes):
- por qué algunas personas difieren en su comportamiento de lo que común y socialmente se define como "normal";
- cómo se puede actuar para promover o restablecer la salud mental.
La relación con el psicólogo en los distintos tipos de psicoterapia
En el tratamiento, la relación que se crea entre paciente y psicólogo es fundamental. La relación es siempre el eje central de la psicoterapia, independientemente del paradigma del profesional: una buena alianza entre psicólogo y paciente es la base para iniciar y llevar adelante un proceso terapéutico exitoso.
La psicoterapia, por tanto, es un encuentro que se desarrolla a lo largo de varias sesiones, donde el encuadre terapéutico es la base para la realización de las sesiones. ¿Qué tipo de psicoterapia es más eficaz? Los investigadores llevan años preguntándoselo, pero todavía no hay una respuesta inequívoca a esta pregunta. Lo que sigue siendo esencial es siempre la relación que se establece entre:
- el paciente, que ve en el profesional una figura en la que puede confiar y sentir la estabilidad, actuando así su forma única de estar en el mundo;
- el psicólogo, que capta la información y que, junto con el paciente, crea una visión de sentido, elementos de conciencia y ayuda al paciente a encontrar nuevas formas de pensar, representar y actuar.
El trabajo psicoterapéutico, por tanto, es un trabajo que se realiza conjuntamente.
Escuelas de psicoterapia y orientaciones psicoterapéuticas
Antes hemos visto cómo surgieron diferentes paradigmas u orientaciones psicoterapéuticas a partir del período postfreudiano. Es decir, partiendo de diferentes supuestos conceptuales o utilizando diferentes técnicas, muchos teóricos han dado lugar a diferentes orientaciones psicoterapéuticas.
Estas orientaciones psicoterapéuticas, a su vez, han generado distintos modelos teóricos en psicoterapia, dando lugar, como hemos mencionado, a las escuelas de especialización que ofrecen formación basada en los distintos tipos de terapias psicológicas.
Aunque existen diferencias entre los distintos enfoques psicoterapéuticos, todos los tipos de psicoterapia tienen como objetivo la salud de la persona y el número de sesiones depende de las distintas necesidades de las personas con las que trabajan. Las técnicas utilizadas en las sesiones varían en función del enfoque del psicólogo, pero también de las necesidades específicas del paciente.
La forma de estar en el mundo de cada individuo es única, por lo que una terapia que es eficaz en una persona no lo será necesariamente en otra. Por lo tanto, si nos preguntamos cómo elegir un psicólogo o psicoterapeuta, tendremos que tener en cuenta las diferencias entre las orientaciones psicoterapéuticas, intentando elegir la orientación psicoterapéutica más adecuada según lo que necesitemos.
¿Cuántos tipos de psicoterapia existen? Las principales orientaciones psicoterapéuticas
Del mismo modo que existen diferentes tipos de psicología, a continuación intentaremos ilustrar brevemente los enfoques más populares de la psicoterapia.
Psicoanálisis y psicodinámica
Los principales enfoques psicoterapéuticos incluyen el psicoanálisis y la psicodinámica. El supuesto básico de ambos consiste en considerar el comportamiento del individuo como impulsado por motivaciones, causas y dinámicas profundas o inconscientes.
El psicoanálisis clásico tiene su origen en las postulaciones freudianas y se basa en la idea de que el inconsciente desempeña un papel fundamental en el comportamiento y la manifestación del síntoma. La interpretación es el principal instrumento de intervención (por ejemplo, la interpretación del significado de los sueños).
El psicoanálisis clásico tiene sus propias características, a saber, que el paciente deja espacio al flujo de pensamientos y el psicoterapeuta, con una actitud de distanciamiento, interpreta lo que el paciente relata y analiza la transferencia.
La psicoterapia psicodinámica tiene su origen en el psicoanálisis, pero evoluciona a partir de él al centrarse principalmente en las relaciones objetales y pulsionales del individuo. La psicoterapia psicodinámica engloba varias teorías, entre ellas:
- La teoría de las relaciones objetales, que se originó con Melanie Klein y luego evolucionó con las aportaciones de Fairbairn, Winnicott y Balint.
- La psicología del ser, fundada por el psicoanalista Heinz Kohut, que consideraba que la psicopatología era el resultado de un desarrollo enfermizo del yo.
- La psicología del yo, que representa una evolución de la teoría freudiana y a cuyo desarrollo contribuyeron autores como Heinz Hartmann y Margaret Mahler.
Psicoterapia cognitivo-conductual (TCC)
Este enfoque psicológico y psicoterapéutico, entre cuyos padres fundadores se encuentran Aaron Beck y Albert Ellis, parte de la premisa de que la forma de pensar del individuo influye en el comportamiento y las emociones. Trabaja principalmente sobre el presente, con el objetivo de permitir comprender cómo los pensamientos y creencias del momento presente determinan las dificultades emocionales y de comportamiento.
Al actuar sobre los pensamientos, se actúa sobre el comportamiento. El psicoterapeuta utiliza muchas técnicas diferentes, por ejemplo:
- relajación muscular
- desensibilización
- la técnica del diario
- la exposición.
La terapia cognitivo-conductual es uno de los tipos de psicoterapia que intentan dar al paciente herramientas para gestionar sus dificultades. Entre los problemas tratados pueden estar los diferentes tipos de fobias, el trastorno obsesivo-compulsivo, los trastornos de ansiedad y depresión y el trastorno de estrés postraumático.
En la psicoterapia cognitivo-conductual también se han desarrollado nuevos enfoques, denominados terapias de tercera generación o contextuales, que se caracterizan por la gran importancia que se da al aspecto experiencial y a técnicas como el mindfulness. Algunos ejemplos de enfoques psicológicos de tercera generación son:
- La terapia dialéctico conductual, que se centra en el aprendizaje de habilidades psicosociales (DBT).
- La terapia de aceptación y compromiso (ACT) consiste en aprender a aceptar nuestros pensamientos y emociones mientras nos comprometemos a tomar acciones que estén en línea con nuestros valores personales.
- Psicoterapia analítico funcional (PAF) este enfoque promueve el cambio en la conducta del paciente. Se centra en las conductas relevantes como pensamientos, percepciones y sentimientos.
Psicoterapia sistémico-relacional
Esta orientación considera al individuo no de forma aislada, sino integrado en diversos sistemas, como el familiar y el social.
El individuo no puede considerarse independiente del sistema, forma parte de él y su comprensión depende del propio sistema. Se trata de un paradigma que trabaja sobre los intercambios que se producen dentro del sistema y sobre cómo coaccionan sus componentes.
Entre los diversos enfoques psicoterapéuticos, la psicoterapia sistémico-relacional se utiliza a menudo en el trabajo terapéutico con familias, pero también en la psicoterapia individual o en la terapia de pareja.
Con la terapia sistémico-relacional se pueden abordar, por ejemplo, problemas como:
- crisis de pareja, por ejemplo relacionadas con los celos o el nacimiento de un hijo;
- conflictos familiares, como pueden ser la compleja relación madre-hija, conflictos entre hermanos etc.,
- adicción a sustancias y efectos de las drogas;
- problemas de autoestima e inseguridad personal;
- trastornos alimentarios;
- síndrome de burnout.
Psicoterapia Gestalt
Otro tipo de psicoterapia muy utilizado es el enfoque psicoterapéutico Gestalt. El centro del trabajo de esta orientación psicoterapéutica es el aquí y ahora, es decir, el momento presente. El psicoterapeuta ayuda a la persona a centrarse en el momento presente, en las emociones y sensaciones físicas que experimenta en el momento de la terapia.
El elemento central de esta rama de la psicoterapia es ver al individuo como un todo con el entorno: el sujeto entra en contacto con el entorno para expresarse y encontrar la satisfacción de sus necesidades.
El paciente es visto como el mejor resultado posible de los intercambios con el entorno, la mejor adaptación creativa. Los síntomas se leen a la vez como dificultades en este intercambio y como expresión creativa de una necesidad no expresada.
El objetivo de la psicoterapia Gestalt es permitir que el ser humano se encuentre con el entorno en su totalidad, expresando sus necesidades. El sujeto encuentra una integración de sus partes y amplía su conciencia.
Psicoterapia transaccional-analítica
Es uno de los enfoques psicoterapéuticos que se basa en la comunicación y el intercambio constituido por los estímulos y las respuestas relativas del paciente, con el fin de encontrar los estilos de comportamiento que generan el conflicto. Se basa en el supuesto de que en cada uno de nosotros existen tres estados fundamentales: el parental, el adulto y el infantil, denominados estados del yo.
El análisis transaccional es tanto una orientación en psicología como un tipo de enfoque psicoterapéutico. Esta orientación es útil para tratar diversos trastornos, como por ejemplo:
- trastorno límite de la personalidad;
- trastornos psicosomáticos;
- trastorno obsesivo-compulsivo.
Psicoterapia integrativa
De todos los tipos de escuelas especializadas de psicoterapia, las de psicoterapia integrativa son las más numerosas, porque mezclan los distintos enfoques de forma única y original. Proporcionan al psicoterapeuta diferentes maneras de leer al paciente y diferentes herramientas para el trabajo práctico.
Este tipo de terapia se utiliza, por ejemplo, para tratar:
- ataques de pánico;
- trastornos alimentarios;
- depresión;
- trastornos ligados a distintas etapas del desarrollo de la persona, como la ansiedad en la adolescencia.
Psicoterapia humanista
En la historia de la psicología humanista, Abraham Maslow, conocido por su teoría de la jerarquía de las necesidades representada en la pirámide de Maslow, junto a Carl Rogers, psicólogos estadounidenses, desempeñaron un papel fundamental al fundar la psicología humanista
La psicología humanista ve al individuo como un ser completo, enfatiza la importancia de la persona, su singularidad y su capacidad de cambio. Un psicoterapeuta humanista no se enfoca en las relaciones de causa y efecto de los problemas, sino en la dimensión existencial de las personas y en el apoyo al paciente en su proceso de autoconocimiento y en la búsqueda de soluciones.
Este tipo de terapia suele ser efectiva en los casos que se necesita superar traumas y pérdidas.
Cómo elegir la psicoterapia más adecuada
La lista anterior no es exhaustiva de cuantos tipos de terapia existen, ya que enumerarlos todos requeriría un artículo mucho más largo, por lo que hemos elegido, de entre los diversos enfoques psicoterapéuticos, los más populares.
Cuando se decide acudir a un psicólogo, pueden surgir muchas preguntas sobre diversos aspectos, entre ellas las relativas a los tipos de psicoterapia:
- ¿Cuántos tipos de terapias psicológicas existen?
- ¿Cómo elegir entre las distintas orientaciones de psicoterapia?
- ¿Qué enfoques de un psicoterapeuta pueden serme útiles?
- ¿Cada cuánto ir al psicólogo?
Al fin y al cabo, hay muchos tipos de psicoterapeutas que adoptan diversas orientaciones psicológicas y practican varios tipos de terapias psicológicas, y elegir puede ser difícil.
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La psicoterapia es un encuentro, un momento de intercambio y colaboración entre paciente y psicoterapeuta. La relación es el núcleo de la elección y tenemos que participar en su construcción junto con nuestro psicoterapeuta tratando de entender si la persona que elegimos nos hace sentir cómodos, si nos sentimos bienvenidos y confiados para iniciar nuestro viaje hacia el bienestar mental.
