Según datos de la Organización Mundial de la Salud, se estima que alrededor del 5% de la población adulta en todo el mundo padece depresión. En líneas generales, podemos decir que un trastorno depresivo implica un estado de ánimo deprimido o la pérdida del placer o el interés por actividades durante largos períodos de tiempo, pero como todo tiene sus matices. La realidad es que la depresión es algo bastante más complejo, ya que la forma de vivirla, sus síntomas, causas o duración hacen que nos encontremos ante un tipo u otro de depresión.
En el artículo de hoy hablaremos sobre qué tipos de depresión existen. Es importante precisar de los diferentes tipos de trastornos depresivos cual es el que padeces ya que su identificación temprana va a influir en su evolución y en la elección del tratamiento más adecuado según cada caso.
¿Cuántas clases de depresión hay? Trastornos depresivos según el DSM-5
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) clasifica los trastornos del estado de ánimo en trastornos depresivos y bipolares.
Clasificación de los trastornos depresivos y sus síntomas:
- Trastorno de desregulación destructiva del estado de ánimo
- Trastorno de depresión mayor
- Trastorno depresivo persistente (distimia)
- Trastorno disfórico premenstrual
- Trastorno depresivo inducido por una sustancia/medicamento
- Trastorno depresivo debido a otra afección médica
- Otro trastorno depresivo especificado
Dentro de los trastornos bipolares encontramos:
- Trastorno bipolar I
- Trastorno bipolar II
- Trastorno ciclotímico o ciclotimia
Puesto que el tema de nuestro artículo se enfoca en qué tipos de depresión hay, a continuación profundizamos en los diferentes tipos de depresión y síntomas.

Trastorno de desregulación destructiva del estado de ánimo
El trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo (TDDEA) forma parte de los trastornos depresivos en adolescentes y niños. Se experimentan frecuentes (alrededor de tres veces o más por semana) e intensos arrebatos de irritabilidad, ira y mal temperamento. Aunque los síntomas del TDDEA son similares a otros trastornos, como el trastorno negativista desafiante, no deben confundirse.
Trastorno de depresión mayor
Para que una depresión se considere depresión mayor debes tener cinco o más síntomas de los que enumera el DSM-5 durante al menos dos semanas. Además, deben afectar a tu funcionamiento diario, y al menos uno de ellos debe corresponderse con un estado de ánimo deprimido o pérdida de interés o placer. La depresión mayor se considera uno de los tipos de depresión más grave y se clasifica dentro de los trastornos depresivos unipolares, puesto que no hay episodios maníacos o hipomaníacos.
Síntomas del trastorno depresivo mayor
- Sientes tristeza, sensación de vacío o falta de esperanza la mayor parte del día y casi todos los días (en este tipo de trastornos depresivos en la infancia y adolescencia, el estado de ánimo puede ser irritable, es decir, se puede pensar "estoy triste", pero reaccionar con irritabilidad).
- Pierdes interés o placer en actividades que solías disfrutar.
- Experimentas una pérdida importante de peso sin hacer dieta o un aumento de peso significativo.
- Tienes problemas para dormir (insomnio) o duermes demasiado (hipersomnia).
- Sientes agitación y tus movimientos son lentos.
- Sientes fatiga y te falta la energía la mayor parte del tiempo.
- Tienes sentimientos de inutilidad o culpa excesiva por sentirte mal casi todos los días.
- Tienes dificultad para concentrarte, pensar o tomar decisiones casi todos los días.
- Tienes pensamientos recurrentes sobre la muerte e ideas suicidas.
¡Que no se disparen las alarmas! Que te reconozcas en alguno de estos síntomas no implica padecer una depresión mayor. Para poder hablar de trastorno depresivo mayor, el conjunto de estos síntomas debe causar un malestar significativo o un deterioro en áreas importantes de la vida como las relaciones, el trabajo o las actividades sociales.
Otro aspecto a tener en cuenta es que este estado depresivo no puede ser atribuido a ninguna otra condición médica, o como consecuencia de haber ingerido sustancias (efectos de las drogas, por ejemplo).
Como anunciábamos al principio, la depresión es compleja, así que dentro de esta clasificación, a su vez, nos encontramos con diferentes tipos de depresión mayor:
- Depresión de episodio único: viene causada por un acontecimiento y la depresión hace una única aparición.
- Depresión recidivante (o trastorno depresivo recurrente): los síntomas depresivos aparecen en dos o más episodios en la vida de la persona, con una separación de al menos dos meses.
La depresión es tratable y requiere de varias estrategias para superarla como psicofármacos y psicoterapia. Sin embargo, en ocasiones, con la depresión mayor, la farmacología no acaba de ser efectiva; en esos casos se habla de depresión resistente.
Trastorno depresivo persistente (distimia)
La característica principal de la distimia es el estado depresivo que la persona experimenta durante la mayor parte del día y la mayoría de los días. Podríamos decir que la diferencia entre esta depresión y la depresión mayor es que, aunque el malestar es menos intenso, es más prolongado en el tiempo. Además de la tristeza, la persona también siente falta de motivación y propósito en la vida.
Síntomas del trastorno depresivo persistente (distimia)
- Pérdida o aumento de apetito
- Problemas de sueño
- Falta de energía o fatiga
- Baja autoestima
- Dificultad para concentrarte o tomar decisiones
- Sentimientos de desesperanza
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Trastorno disfórico premenstrual
En los tipos de depresión del DSM-5, también nos encontramos con el trastorno disfórico premenstrual, uno de los tipos de depresión en mujeres. Veamos los síntomas más habituales.
Síntomas del trastorno disfórico premenstrual
- Cambios intensos de humor.
- Irritabilidad intensa o aumento de conflictos interpersonales.
- Sentimientos intensos de tristeza o desesperanza.
- Ansiedad, tensión o sensación de excitación o nerviosismo.
- Pérdida de interés en actividades habituales.
- Dificultad para concentrarte.
- Fatiga o falta de energía.
- Cambios en el apetito o antojos de alimentos.
- Problemas de sueño.
- Sensación de estar abrumada o sin control.
- Síntomas físicos como dolor mamario, dolor articular o muscular, hinchazón o aumento de peso.
Para ser considerado un trastorno, los síntomas deben estar presentes en la mayoría de los ciclos menstruales del año anterior y causar un malestar significativo o que interfiera en la vida diaria de la persona.
Trastorno depresivo inducido por una sustancia/medicamento
Este trastorno se caracteriza por una alteración persistente y significativa del estado de ánimo. Para realizar el diagnóstico, los síntomas depresivos tienen que aparecer durante o poco después de haber consumido una sustancia (o en el período de abstinencia) o un medicamento.
Trastorno depresivo debido a otra afección médica
En este trastorno, una condición médica subyacente es la que provoca un estado de ánimo deprimido o una marcada disminución del interés o placer en todas o casi todas las actividades. Para su diagnóstico, se tiene en cuenta la historia clínica de la persona y se descarta la posibilidad de otro trastorno mental que pueda explicar mejor la sintomatología.
Trastornos depresivos especificados y no especificados
En la categoría de trastornos depresivos especificados se incluyen los cuadros depresivos en los que los síntomas de un trastorno depresivo están presentes y causan malestar significativo, pero no cumplen todos los criterios para ser clasificados en algún trastorno depresivo específico. El profesional lo registra como "otro trastorno depresivo especificado" y a continuación indica el motivo específico (por ejemplo, "episodio depresivo de corta duración"). En caso de no especificar la razón será un trastorno depresivo no especificado.
Especificadores para trastornos depresivos
Una vez realizado el diagnóstico de un trastorno del estado de ánimo, se puede proporcionar aún más información mediante los llamados "especificadores", que podríamos decir que son como unas etiquetas estándar que se añaden al diagnóstico principal.
Los tipos de depresión que pueden incluir uno o más especificadores son la depresión mayor y el trastorno depresivo persistente:
- Angustia con ansiedad, también conocida como trastorno depresivo ansioso: la persona se siente tensa, inquieta y preocupada, con dificultad para concentrarse y miedo de que algo terrible suceda.
- Características mixtas: los pacientes presentan síntomas maníacos o hipomaníacos, como estado de ánimo elevado, grandiosidad, locuacidad, fuga de ideas y disminución del sueño. Este tipo de depresión aumenta el riesgo de trastorno bipolar (que quizás hayas escuchado nombrar como depresión maníaca o depresión bipolar).
- Melancolía: la persona ha perdido el placer en casi todas las actividades, se siente abatida y desesperanzada, experimenta culpa excesiva, despertar temprano, retraso o agitación psicomotriz, y pérdida significativa de apetito o peso.
- Atípico: el estado de ánimo mejora temporalmente en respuesta a eventos positivos. La persona también tiene reacciones exageradas a la crítica o el rechazo.
- Psicótico: la persona presenta delirios y/o alucinaciones auditivas o visuales relacionadas con pecados, enfermedades incurables, persecuciones, etc.
- Catatónica: quienes padecen este tipo de depresión muestran retraso psicomotor intenso, participan en actividades sin sentido o se retraen.
- Inicio periparto: la depresión comienza durante el embarazo o dentro de las 4 semanas posteriores al parto, a menudo con características psicóticas.
- Patrón estacional: los episodios depresivos ocurren en momentos específicos del año, principalmente en otoño o invierno (seguro que has escuchado hablar del trastorno afectivo estacional y de la llamada depresión navideña).

Tipos de depresión y sus síntomas
Los síntomas de trastornos depresivos, dependiendo de su cantidad e intensidad, también nos proporcionan otra forma de clasificar la depresión. Los tres tipos de depresión según el grado:
- Depresión leve
- Depresión moderada
- Depresión grave
Los grados de depresión hacen que la vida de la persona sea más o menos limitada. Por ejemplo, las personas con niveles de depresión leve pueden tener dificultades a la hora de continuar con sus actividades laborales y sociales; sin embargo, aquellas con niveles de depresión más graves presentan grandes limitaciones, algunas hasta el punto de suspender sus actividades.
Causas de los trastornos depresivos
Probablemente hayas escuchado hablar de la depresión genética, la depresión biológica, la depresión hereditaria, entre otras. A pesar de que la depresión sea un trastorno mental frecuente y que se hayan llevado a cabo muchas investigaciones, todavía hoy no hay respuestas claras sobre sus causas, sin embargo, sí se puede hablar de una enfermedad multifactorial:
- Predisposición hereditaria o genética (nuestros genes nos predisponen a tener la enfermedad en algún momento de nuestra vida desde el nacimiento).
- Factores psicológicos.
- Factores psicosociales (la situación social, económica, laboral, entre otros).
También existen algunas hipótesis que sugieren que los cambios hormonales pueden estar involucrados en la aparición y desarrollo de la depresión (uno de los tipos de depresión más común en mujeres es la depresión postparto, y en casos más graves, la psicosis postparto).
En cualquier caso, los tipos de depresión también se pueden clasificar según sus causas:
- Depresión endógena y exógena: en el caso de la depresión endógena, la causa suele ser genética o biológica. Coloquialmente también se la conoce como melancolía o tristeza profunda. Hay una falta de reactividad del humor, anhedonia, anestesia emocional, sensación de vacío y el nivel de malestar varía durante el día. Tiende a ser una depresión severa. En cambio, la depresión exógena suele venir a raíz de un hecho traumático.
- Depresión psicótica: los tipos de depresiones graves pueden complicarse con síntomas psicóticos dando lugar a este tipo de depresión con pérdida de la noción de la realidad, delirios, alucinaciones… pudiéndose llegar a confundir con la esquizofrenia.
- Depresión por causas psicosociales: el origen se encuentra en eventos estresantes o negativos de la vida (la muerte de un ser querido, un despido, un divorcio…) En esta categoría encontramos dos tipos: la depresión neurótica (causada por trastorno de la personalidad y que si bien por sus características puede parecer una depresión leve, suele ser una depresión crónica) y la depresión reactiva (causada por una situación adversa).
- Depresión primaria y secundaria: la depresión primaria afecta a quienes no han presentado ningún trastorno psiquiátrico con anterioridad. En cambio, en la depresión secundaria si existen antecedentes.
¿Cómo saber qué tipo de depresión tengo? Tipos de depresión y test
Internet nos ha brindado mucha información al abasto y a golpe de clic podemos acceder a mucha de ella, como por ejemplo buscar un test para saber qué tipo de depresión tengo. Recuerda que el autodiagnóstico a través de este tipo de test no reemplaza en ningún caso el diagnóstico de un profesional de la salud mental.
Uno de los test sobre la depresión más conocido y ampliamente utilizado en el ámbito clínico es el inventario de Beck, el cual permite al profesional determinar, en líneas generales, si padeces o no de depresión. El test está formado por 21 preguntas y plantea situaciones que incluyen emociones como la fatiga, la ira, el desánimo, la desesperanza o cambios en los hábitos sexuales y del estilo de vida.
Si crees que tu estado de ánimo presenta alteraciones que podrían corresponder a trastornos depresivos y de ansiedad, te recomendamos que acudas a un psicólogo. Solo un profesional de la salud mental puede hacer un diagnóstico, ofrecer tratamientos psicológicos, como la terapia cognitiva conductual y la psicoterapia interpersonal, entre otros enfoques psicológicos, brindarte herramientas para comprender cómo salir de una depresión y determinar, de entre todos los tipos de depresión que hay, cuál es la que se ajusta a tu situación.
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