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Conductismo en psicología: teoría, práctica y autores más influyentes

Conductismo en psicología: teoría, práctica y autores más influyentes
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Buencoco
Artículo revisado por nuestra redacción clínica
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Publicado el
6.10.2023

Una de las teorías más influyentes y revolucionarias de la psicología ha sido el conductismo. Esta corriente, sustentada sobre principios científicos, ha dejado una huella indeleble en la forma en que entendemos el aprendizaje, la conducta y la mente humana. 

A continuación, hablaremos de la psicología conductual, explorando sus fundamentos, sus exponentes más destacados y su impacto en la educación y en la psicoterapia actual.

¿Qué es el conductismo en psicología?

La definición de conductismo, según John B. Watson, es la siguiente:

“El conductismo es una rama de la psicología que se enfoca en analizar el comportamiento observable de seres humanos y animales mediante métodos objetivos y experimentales.

Un inciso: muchas veces se confunde el término “conductismo” con lo que es psicología conductual” y con lo que es “conductual”. Esencialmente, el conductismo es la corriente teórica, la psicología conductual es la rama de la psicología que aplica los principios del conductismo en intervenciones y terapias, y conductual es un adjetivo que describe todo lo relacionado con la conducta o comportamiento, y puede referirse a técnicas, enfoques o características basadas en el conductismo.

Aunque la psicología conductista analiza el comportamiento de todos los animales, aquí nos sentaremos únicamente en los seres humanos. Una de las principales características del conductismo es que se centra en el estudio observable y medible de la conducta. A diferencia de lo que ocurre en otras corrientes, como el cognitivismo, los psicólogos conductistas no se enfocan en los procesos mentales internos, sino en cómo los estímulos externos y el contexto afectan la conducta

La teoría del conductismo se sostiene sobre la premisa de que las respuestas conductuales son el resultado de estímulos externos y que estas respuestas pueden ser modificadas o condicionadas a través de procesos de aprendizaje. La teoría conductista se abstiene de especular sobre estados mentales internos que no pueden “operativizarse” (es decir, transformarse en variables observables y medibles de manera objetiva y sistemática) y se centra en las relaciones objetivas entre estímulos y respuestas conductuales, utilizando métodos empíricos y experimentales para su estudio y aplicación.

Para estudiar de forma sistemática las relaciones entre el ambiente y la conducta específica de un individuo el conductismo utiliza el análisis funcional de la conducta. Este análisis es esencial porque permite identificar los estímulos antecedentes y las consecuencias que influyen en una conducta, facilitando la comprensión y modificación de comportamientos. Es la piedra angular para diseñar intervenciones conductuales efectivas, como veremos más adelante.

Principios teóricos del conductismo

El enfoque conductual en psicología se fundamenta en cuatro postulados o principios teóricos básicos:

  • Objetividad: la psicología conductual debe estudiar comportamientos observables y medibles, evitando la introspección y los estados mentales subjetivos.

  • Determinismo ambiental: la conducta es determinada por el entorno y los estímulos externos, más que por factores innatos o hereditarios.

  • Generalización: los principios del aprendizaje y la conducta son aplicables de manera uniforme a todos los organismos, ya sean humanos o animales.

  • Enfoque en el aprendizaje: la conducta es el resultado de interacciones aprendidas entre estímulos y respuestas, y puede ser modificada a través del condicionamiento.
El conductismo según Skinner con ratones
"Conductismo" (Generador de imágenes Microsoft Bing - Dall-E 3)

¿Qué tipos de conductismos existen?

El conductismo se origina en Estados Unidos a principios del siglo XX, siendo John B. Watson uno de sus principales impulsores con la publicación de su artículo "La psicología tal como la ve el conductista" en 1913. Sin embargo, a raíz de sus primeras publicaciones, hubo otros autores que aportaron sus enfoques e hicieron variaciones al conductismo original. 

Existen diversos tipos de psicología conductual o escuelas psicológicas de conductismo, cada una con su propia perspectiva y enfoque. Aquí describiremos los más importantes:

  • Conductismo clásico: propuesto por John B. Watson, su teoría se enfoca en la relación entre estímulos y respuestas, y especialmente relevante en el tratamiento de fobias, por ejemplo. Watson consideraba la mente como una "caja negra" y veía al individuo como un ser que aprende por asociaciones.

  • Conductismo radical: Fue Skinner el principal exponente de esta escuela conductista y creía que la conducta no solo se entiende por condicionamiento simple, sino también por las consecuencias de nuestras acciones. Introdujo el concepto de condicionamiento operante y el aprendizaje por ensayo y error.

  • Interconductismo de Kantor: este autor observaba la conducta como una interacción entre el sujeto y el entorno, enfocándose en la interacción en lugar de una simple respuesta.

  • Conductismo intencional: Tolman propuso que la conducta es dirigida hacia un objetivo y es propositiva. Introdujo la idea de mapas cognitivos como mecanismos de aprendizaje.

  • Conductismo deductivo: Hull teorizaba la conducta y el aprendizaje como medios para sobrevivir, formando hábitos para satisfacer impulsos.

  • Conductismo teleológico: propuesto por Raclin, que veía la conducta como dirigida a un fin y destaca la idea del marco temporal de un suceso.

  • Conductismo teórico: Staddon, autor de este enfoque, veía la conducta influenciada tanto por variables ambientales como biológicas, sin dar peso a los procesos cognitivos.

  • Conductismo psicológico: en este tipo de conductismo, Staats introduce el concepto de repertorios básicos de conducta y da importancia a los factores emocionales.

  • Conductismo biológico: su creador, Timberlake, buscaba explicaciones ecológicas para la conducta y destacó su origen biológico. 

El conductismo en la educación

El conductismo ha dejado una huella importante en el ámbito educativo, proporcionando herramientas y técnicas que han revolucionado las metodologías de enseñanza. La educación conductista se centra en enseñar y moldear comportamientos específicos a través de refuerzos y castigos, priorizando la observación directa y la medición objetiva de la conducta del estudiante.

Un aspecto central para el aprendizaje conductista son los conceptos de condicionamiento clásico y operante. El condicionamiento clásico, popularizado por Pavlov, se refiere al aprendizaje mediante la asociación entre un estímulo y una respuesta. Por otro lado, el condicionamiento operante, introducido por Skinner, se centra en cómo las consecuencias de una acción (refuerzos o castigos) afectan la probabilidad de que dicha acción se repita.

El conductismo en educación ha utilizado numerosas técnicas que son esenciales para moldear y reforzar comportamientos deseables en el aula. Por ejemplo, un profesor puede usar refuerzos positivos, como elogios o recompensas, para incentivar la participación activa o el buen comportamiento. Asimismo, el enfoque conductista en la educación ha llevado a la creación de sistemas de gestión del comportamiento y programas de intervención que promueven el aprendizaje en las aulas y han resultado ser exitosos.

En definitiva, el conductismo y la educación están intrínsecamente ligados, ya que las técnicas de modificación de la conducta proporcionan a los educadores herramientas efectivas para guiar, reforzar y adaptar el comportamiento de los estudiantes, optimizando así el proceso de aprendizaje. 

Principales autores del conductismo

Hay numerosos autores del conductismo que han influenciado la psicología a lo largo de los años. Estos científicos han dejado su huella en la historia de la psicología y por eso merece la pena dedicarles este apartado. 

John B. Watson

John B. Watson, a menudo conocido como el padre del conductismo, revolucionó la psicología al enfatizar la importancia de estudiar comportamientos observables en lugar de procesos mentales internos. El conductismo de Watson enfatizaba que las emociones y los comportamientos eran producto de experiencias y aprendizajes, y no de factores innatos. Su experimento más famoso, el del "pequeño Albert" —del que hablaremos más adelante—, demostró cómo se podía condicionar el miedo en un niño pequeño, subrayando su creencia de que los humanos son moldeados por su entorno.

Pavlov

Ivan Pavlov, inicialmente un fisiólogo, se convirtió en una figura central en la psicología gracias a sus investigaciones sobre el condicionamiento clásico. Sus experimentos con perros, en los que asociaba el sonido de una campana con la comida, llevaron al descubrimiento de que los animales (y los humanos) pueden aprender a asociar dos estímulos diferentes, llevando a una respuesta condicionada. Este trabajo sentó las bases para muchos estudios futuros sobre cómo se forman y se rompen las asociaciones.

Skinner

B.F. Skinner, uno de los psicólogos más influyentes del siglo XX, desarrolló la teoría del condicionamiento operante y es uno de los autores conductistas más destacados. A diferencia del condicionamiento clásico, que se basa en asociar dos estímulos, el condicionamiento operante se centra en cómo las consecuencias de un comportamiento afectan la probabilidad de que ese comportamiento se repita en el futuro. 

Skinner diseñó la "caja de Skinner" para estudiar este tipo de aprendizaje en animales, y sus descubrimientos han tenido aplicaciones prácticas en áreas como la educación y la terapia conductual. El conductismo de Skinner es, a día de hoy, ampliamente implementado en diversas áreas de la psicología, como la educación o la terapia conductual.

Edward Thorndike

Edward Thorndike es reconocido por su teoría del aprendizaje basada en la "Ley del Efecto", que postula que las respuestas seguidas de satisfacción se fortalecen, mientras que las respuestas seguidas de incomodidad se debilitan. Sus experimentos con gatos en "cajas-problema" sentaron las bases para el futuro desarrollo del condicionamiento operante.

Clark L. Hull

Clark L. Hull desarrolló una teoría del aprendizaje basada en el principio del refuerzo. Propuso que el aprendizaje es un proceso en el que las respuestas son fortalecidas por la reducción de un impulso biológico, como el hambre o la sed. Su enfoque fue altamente sistemático y matemático, buscando crear una psicología que fuera verdaderamente científica.

Edward C. Tolman

Edward C. Tolman es conocido por su teoría del aprendizaje latente y su concepto de "mapas cognitivos". Aunque era conductista, Tolman argumentó que los animales y las personas tienen una expectativa o "set cognitivo" que influye en cómo responden a su entorno. Su trabajo demostró que el aprendizaje puede ocurrir sin refuerzo y que los seres vivos crean representaciones mentales de su entorno.

El conductismo de Skinner se aplica en las aulas
Foto de Yan Krukau (Pexels)

3 ejemplos de experimentos conductistas

A lo largo de la historia, ha habido numerosas investigaciones científicas que han ayudado a moldear la teoría conductista. A continuación, explicamos tres de los experimentos más conocidos que representan buenos ejemplos de conductismo por sus implicaciones teóricas y prácticas.

Experimento de Pavlov con perros

Ivan Pavlov, en su innovador estudio, observó que los perros salivaban al escuchar una campana, incluso sin la presencia directa de comida. Al principio, los perros solo reaccionaban al estímulo visual de la comida. Sin embargo, después de asociar repetidamente el sonido de la campana con la llegada de la comida, los perros comenzaron a salivar solo al oír el sonido. Este experimento sentó las bases del condicionamiento clásico, mostrando cómo se pueden formar asociaciones entre estímulos neutros y respuestas biológicas.

La caja de Skinner

B.F. Skinner diseñó una caja experimental, conocida como la "caja de Skinner", en la que ratas y palomas podían recibir comida como recompensa al presionar una palanca. Este mecanismo permitió a Skinner observar y analizar el comportamiento de los animales en respuesta a recompensas y castigos. A través de sus observaciones, Skinner formuló el concepto de condicionamiento operante, destacando cómo las consecuencias inmediatas de una acción pueden influir y modificar el comportamiento futuro.

El "pequeño Albert" de Watson

John B. Watson, junto con Rosalie Rayner, realizó un experimento con un niño apodado "pequeño Albert". Su intención era demostrar que las emociones humanas, como el miedo, podían ser condicionadas. Inicialmente, Albert no mostraba miedo hacia una rata blanca. Sin embargo, después de que Watson y Rayner asociaran repetidamente la rata con un ruido fuerte y perturbador, Albert comenzó a temer a la rata, incluso en ausencia del ruido. Este experimento no solo demostró cómo se pueden condicionar las emociones, sino también las implicaciones éticas de tales experimentos en seres humanos.

Terapia conductual: objetivos y técnicas

Entre los distintos tipos de terapia psicológica que existen, la terapia conductual es la única que se se basa en los principios del conductismo. Se centra en identificar y cambiar comportamientos problemáticos a través de técnicas como el refuerzo positivo, la extinción o el modelado. Su principal objetivo es analizar la conducta, mediante el análisis funcional, y modificar el comportamiento del sujeto (la conducta alude a las reacciones específicas ante estímulos, mientras que el comportamiento abarca el conjunto de conductas y actitudes habituales de un individuo o grupo). Estas técnicas pueden ser llevadas a cabo por un profesional de la psicología, y hay que tener clara la diferencia entre psicólogo y psicoterapeuta (el seugndo no tiene por qué ser psicólogo).

A continuación, enumeramos algunas de las técnicas conductistas más conocidas en terapia para tratar los trastornos mentales o problemas del comportamiento.

  • Reforzamiento positivo: esta técnica implica recompensar o elogiar un comportamiento deseado para aumentar la probabilidad de que se repita. Por ejemplo, dar un premio a un niño después de hacer sus tareas.

  • Reforzamiento negativo: esta técnica implica la eliminación de un estímulo aversivo o desagradable cuando se produce un comportamiento deseado, aumentando así la probabilidad de que dicho comportamiento se repita. Por ejemplo, si un estudiante estudia y aprueba un examen, la ansiedad asociada a la posibilidad de suspender se elimina, reforzando el comportamiento de estudiar.
  • Castigo positivo: implica añadir un estímulo aversivo después de un comportamiento no deseado con el objetivo de reducir la probabilidad de que se repita. Por ejemplo, dar una tarea extra a un estudiante que interrumpe la clase.
  • Castigo negativo: consiste en retirar un estímulo positivo después de un comportamiento no deseado para disminuir su ocurrencia. Un ejemplo sería quitar tiempo de juego a un niño que no ha hecho sus deberes.

  • Extinción: se refiere a la eliminación gradual de un comportamiento no deseado al dejar de reforzarlo. Por ejemplo, si un niño llora para obtener atención y se le ignora sistemáticamente, con el tiempo dejará de llorar por esa razón.
  • Modelado: es una técnica en la que el psicoterapeuta o una figura de autoridad demuestra un comportamiento deseado, con la esperanza de que el paciente lo imite. Por ejemplo, un terapeuta puede mostrar a un paciente con fobia social cómo iniciar una conversación.
  • Desensibilización sistemática: esta técnica se utiliza para tratar fobias y ansiedades. Implica exponer gradualmente al paciente al estímulo temido en un ambiente controlado hasta que la respuesta de miedo disminuye.

Estas y otras técnicas conductuales se utilizan en terapia cognitivo-conductual para tratar multitud de problemas psicológicos, desde ansiedad, depresión, fobias, etc.

Recuerda que si necesitas apoyo psicoterapéutico, en Buencoco contamos con profesionales de la salud mental que pueden ayudarte. Solo tienes que completar este cuestionario para que podamos conocer tu caso a fondo y ofrecerte el mejor tratamiento disponible.

Este contenido es de tipo divulgativo y no puede reemplazar el diagnóstico de un profesional.

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