Ansiedad

Cibercondría: hipocondría e internet

Cibercondría: hipocondría e internet
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Buencoco
Artículo revisado por nuestra redacción clínica
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Publicado el
27.7.2023

La hipocondría es una forma clínica de trastorno de ansiedad, caracterizada por una preocupación excesiva e injustificada por la propia salud, con la creencia de que cualquier síntoma es señal de una enfermedad grave. Las personas hipocondríacas, pueden, incluso después de una evaluación médica sin que se haya diagnosticado ninguna patología real, sentir miedo a tener un tumor (cancerofobia) o sufrir un infarto (cardiofobia). 

Pero, ¿qué ocurre cuando la hipocondría e internet se dan la mano? Ante el temor de padecer una enfermedad grave, algunas personas se lanzan a buscar sus síntomas en la red y así es como nace la llamada cibercondría, cuya definición hace referencia a las preocupaciones infundadas derivadas de las búsquedas en internet.

El significado de cibercondría, deriva de los términos ciber (palabra que hace referencia a la informática y lo digital) y condría, cuyo significado etimológico es 'esternón', la parte del cuerpo de la que, según la medicina de Hipócrates, nacía la melancolía.

Pero, volviendo a la actualidad, ¿cómo podemos definir la cibercondría? y ¿en qué año se utilizó la primera definición actual?

Investigación científica sobre la cibercondría

En 2008, Ryen W. White y Eric Horvitz (Microsoft) realizaron una investigación sobre la cibercondría titulada Cyberchondria: Studies of the Escalation of Medical Concerns in Web Search. A partir de la investigación, concluyen que: 

"La información obtenida a partir de búsquedas relacionadas con la atención sanitaria puede influir en las decisiones de las personas sobre cuándo acudir al médico para un diagnóstico o tratamiento, cómo tratar una enfermedad aguda o hacer frente a una dolencia crónica, así como en su enfoque general para mantener su salud [...]. 

La información de la red puede influir en la forma en que las personas reflexionan y toman decisiones sobre su salud y bienestar, [...] incluidos la dieta, el ejercicio y los comportamientos preventivos".

Por este motivo, hipocondría e internet es una preocupación frecuente entre el personal sanitario. La búsqueda autónoma de síntomas y enfermedades en internet puede dificultar el diagnóstico del médico al exagerar, reducir o eliminar un conjunto de síntomas para apoyar el propio autodiagnóstico y llevar al paciente a manifestar un ataque de ansiedad.

Esto también lo confirma otra de las investigaciones sobre la cibercondría que afirma que "la relación entre la frecuencia de las búsquedas de información médica en internet y la ansiedad por la salud se ha hecho cada vez más fuerte a medida que ha aumentado la IU (intolerancia a la incertidumbre)". 

En apoyo de esta tesis se han sumado otros estudios sobre la cibercondría, como el realizado por K. Musa, F. McManus y su equipo, en el que se afirma que las personas "con mayores niveles de ansiedad por la salud buscaban información sanitaria en Internet con más frecuencia, dedicaban más tiempo a la búsqueda y ésta les resultaba más angustiosa y les provocaba más ansiedad anticipatoria". 

Pero, ¿por qué buscamos síntomas en Internet? ¿Y cómo podemos saber si sufrimos cibercondría?

hipocondria e internet
Foto de Cottombro Studio (Pexels)

Cibercondría: síntomas y posibles causas de la hipocondría e internet

¿Cómo entender cuándo buscar síntomas en internet todo el tiempo puede convertirse en un trastorno? Podemos hablar de cibercondría cuando la búsqueda de enfermedades en Google se vuelve demasiado frecuente y difícil de gestionar, si provoca (como hemos visto) estados de ansiedad por la salud y nuestra vida se ve comprometida.

Quienes padecen hipocondría digital parecen tener una verdadera adicción a internet porque, aunque saben que está mal buscar síntomas en la red, no pueden parar. Pero, ¿de qué depende la hipocondría e internet?

Como ocurre con muchos otros trastornos mentales, podemos identificar varios factores de vulnerabilidad que incluyen variables genéticas, biológicas, culturales y ambientales. Entre las posibles causas de la hipocondría digital se incluyen experiencias directas o indirectas de enfermedad o muerte, como por ejemplo:

  • Haber padecido una enfermedad grave en la niñez.
  • La muerte de un cónyuge u otro familiar.
  • Un problema de salud reciente, como un ataque al corazón etc.
  • La llegada de una enfermedad nueva y desconocida (como ocurrió con la pandemia de Covid-19). 

Estos acontecimientos pueden desencadenar o reforzar la creencia de la persona de que la salud es una condición precaria, llevándola a sentirse especialmente vulnerable e incapaz de dejar de buscar enfermedades en internet.

El contexto cultural y determinados estilos educativos también pueden contribuir a la aparición de la cibercondría. Figuras de referencia como progenitores, profesorado, familiares y amistades pueden influir en las creencias que cada persona desarrolla sobre su propia salud. 

Las personas que no pueden dejar de buscar enfermedades en internet pueden, por ejemplo, haber tenido unos padres sobreprotectores o haber crecido con la idea de que la enfermedad es una fuente segura de sufrimiento.

Hipocondría e internet: los riesgos de autodiagnóstico en la red

¿Por qué no se deberían leer diagnósticos médicos en internet? Googlear los propios síntomas y autodiagnosticarse enfermedades (incluso) "absurdas" lleva a los pacientes a llegar al médico con diagnósticos ya hechos, porque recurren al "Dr. Google", lo que, sin embargo, sólo puede generar más confusión y ansiedad. 

Buscar síntomas en internet y hacer un autodiagnóstico online buscando síntomas de enfermedades mentales o físicas puede producir uno o varios de estos efectos:

  • Delegación psicológica a la investigación digital: es una forma de pérdida de control y contacto directo con el propio cuerpo, las sensaciones y las percepciones. Como en la búsqueda de consuelo con el médico de carne y hueso, cuanto más delego el consuelo en algo que viene de fuera, más pierdo el control de mis percepciones (locus de control externo).
  • El efecto de confirmación: es una profecía autocumplida (mecanismo frecuente en el síndrome de Casandra). Por su propia naturaleza, la búsqueda en internet se guía por la hipótesis del buscador de información. Por ejemplo, siento una pesadez en el pecho y empiezo a tener miedo a morir de un infarto. Escribo "síntomas de infarto" en Google. Google me devuelve una serie de respuestas, entre ellas, en primer lugar, la "sensación de pesadez, opresión o ardor en el pecho".
  • El efecto de identificación: los síntomas físicos son casi siempre universales entre los seres humanos. Lo que les ocurrirá a quienes opten por buscar síntomas en internet será precisamente un efecto de identificación, que les hará aumentar sus percepciones y sensaciones sintomáticas, provocando así un circuito de autocondicionamiento. Esto se amplificará aún más al compartir el propio miedo en las redes sociales: cuanto más se comparta, más se convencerá, cuanto más se escuchen historias y relatos de otras personas, más se influirá y aterrorizará.
  • El efecto rebaño: cuanto más compartas tu miedo, más convencido estarás de que está bien fundado. Se supone que compartir tranquiliza, pero desencadena un mecanismo llamado "efecto bandwagon" o "efecto rebaño": la gente cree ciertas cosas sólo porque la mayoría de la gente cree o hace esas mismas cosas. El exceso de información encontrada no produce claridad, sino confusión: es lo que se denomina sobrecarga informativa. 

La cibercondría en España

Según el VI Estudio de Salud y Estilo de Vida de AEGON realizado en 2023, más del 52% de la sociedad española reconoce usar internet o las redes sociales para autodiagnosticarse.

Las encuestas destacan que casi la mitad de los españoles buscan frecuentemente síntomas y dolores ocasionales. Asimismo:

  • Un 27% busca información sobre enfermedades crónicas o recurrentes.
  • Un 23% indaga sobre síntomas de índole psicológica. 

Las búsquedas relacionadas con problemas psicológicos representan un 18.3% del total de encuestados. De estos, un 68.8% busca comprender lo que les está sucediendo, mientras que un 23.8% intenta resolver los problemas por sí mismos.

Dejar de buscar síntomas en internet, sobre todo si se está muy acostumbrado a hacerlo, puede ser difícil aunque se sea consciente de que puede ser erróneo. Si uno quiere información fiable, es fundamental conocer la autoría de las fuentes o remitirse a textos científicos. 

Cómo afrontar la cibercondría

Prestar cierta atención al propio estado de salud mental y física es bastante normal y, si no se convierte en una preocupación perjudicial, puede ser útil para emprender vías de prevención. Sin embargo, cuando se convierte en una ansiedad que perjudica nuestra vida cotidiana al desencadenar el mecanismo de la cibercondría, el comportamiento puede volverse disfuncional y poner en peligro nuestra tranquilidad.

De hecho, la cibercondría y los riesgos para la salud están profundamente relacionados, tanto en términos puramente médicos (el diagnóstico de este o aquel sitio web nunca puede sustituir al de un médico competente) como psicológicos.

Una herramienta útil para apoyar el diagnóstico es la escala de gravedad de la cibercondría (CSS-12), un test para la cibercondría desarrollado "para permitir una evaluación multidimensional de la cibercondría (compulsión, ansiedad, exceso, tranquilidad y desconfianza en el médico)".

El fenómeno de la hipocondría digital es bastante reciente, hasta el punto de que en el DSM-5 no se habla específicamente de cibercondría y enfermedad mental; entre las hipótesis planteadas para su tratamiento se encuentra la terapia cognitivo-conductual, que parece mejorar el trastorno de ansiedad, pero la investigación en este campo sigue abierta a nuevas perspectivas, como la que investiga la cibercondría como un "nuevo síndrome compulsivo digital transdiagnóstico".  

¿Qué tratamiento hay para la hipocondría digital? Recurrir a un psicólogo y psicoterapeuta es, sin duda, una buena forma de tomar conciencia de un posible problema relacionado con la necesidad de buscar en internet síntomas y diagnósticos.

Con el apoyo de un especialista se pueden trabajar las causas que desencadenan este trastorno de ansiedad y aprender, paso a paso, a gestionarlo con más equilibrio.

Este contenido es de tipo divulgativo y no puede reemplazar el diagnóstico de un profesional.

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