Embarazo y maternidad

Interrupción voluntaria del embarazo: experiencia emocional y psicológica

Interrupción voluntaria del embarazo: experiencia emocional y psicológica
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Buencoco
Artículo revisado por nuestra redacción clínica
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Publicado el
27.10.2022

Cuando se habla de la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) es fácil caer en posiciones  polarizadas. El tema causa división de opiniones: hay quienes asocian la interrupción voluntaria del embarazo al asesinato y quienes la consideran un acto médico que actúa sobre un grupo de células.

La despenalización del aborto en España está regulada por la Ley Orgánica 2/2010 de Salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo. Esta ley reconoce “el derecho a la maternidad libremente decidida, que implica, entre otras cosas, que las mujeres puedan tomar la decisión inicial sobre su embarazo, y que esa decisión, consciente y responsable, sea respetada”. 

Actualmente, el Gobierno ha presentado una ley para mejorar la prestación del aborto y se encuentra en trámite parlamentario. La modificación pretende incorporar los derechos sexuales y reproductivos en el sistema de salud pública; recuperar el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo de todas las mujeres (incluyendo las menores de edad entre los 16 y 18 años); considerar los vientres de alquiler como una forma de violencia contra las mujeres.

Pese a las leyes, en muchas ocasiones, la elección de abortar se siente y se vive como una acusación que la sociedad hace contra las mujeres que han decidido optar por la interrupción voluntaria del embarazo. 

Al margen del juicio de la sociedad, una mujer que toma esta decisión, siente la necesidad de perdonarse a sí misma tras un aborto y, en algunos casos, incluso se necesita ayuda psicológica para superar un aborto voluntario. En este artículo, reflexionamos sobre las experiencias del aborto voluntario y las consecuencias psicológicas que esta elección puede tener en la mujer que lo realiza, especialmente en el contexto del embarazo y maternidad.

Algunos datos sobre la interrupción voluntaria del embarazo

Según los datos del Registro Estatal de Interrupciones Voluntarias del Embarazo publicado por el Ministerio de Sanidad, la tasa de IVE en 2020 fue de 10,30 por cada 1.000 mujeres entre 15 y 44 años, frente a los 11,53 de 2019. Desde la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, apuntan a que esta disminución podría deberse a la pandemia provocada por la COVID; el descenso se produjo en todas las comunidades autónomas y en todos los grupos etarios.

Aborto voluntario
Fotografía de Pixabay

Un dolor oculto

Si la mujer que ha sufrido un aborto espontáneo puede declarar abiertamente su dolor y recibir consuelo y consolación, la mujer que ha optado por abortar a menudo siente que no puede y vive la experiencia del aborto voluntario como algo íntimo, oculto, que debe mantenerse en secreto. Se habla mucho de violencia obstétrica, pero no tanto de la violencia ginecológica, el posible juicio por parte del personal sanitario puede incrementar ese sentimiento de culpa, de secretismo.

¿Cómo se siente una mujer después de un aborto espontáneo?

La interrupción voluntaria del embarazo puede tener importantes consecuencias psicológicas. Es un momento que puede ser vivido como traumático, entendido como una herida pero también como una ruptura. Una ruptura con lo que había antes, con una imagen propia o con una parte de una misma. ¿Qué consecuencias psicológicas puede tener una mujer que aborta?

Aborto y psicología: qué le pasa a una mujer que elige la IVE

Un aborto, desde el punto de vista psicológico, puede ser analizado con varios niveles de interpretación. La mujer que aborta voluntariamente, en la mayoría de los casos, experimenta primero un acontecimiento: el embarazo no deseado.

La tragedia radica precisamente en no haberse colocado, al menos conscientemente, en una condición de elección, sino de verse forzada a una decisión de la que no puede escapar, pase lo que pase. En algunos casos, las consecuencias psicológicas de un aborto voluntario conducen a:

Afrontar un aborto puede ser complejo, pero las repercusiones psicológicas de esta elección pueden abordarse iniciando un proceso de terapia para afrontar el dolor y gestionar los efectos psicológicos que sufre una mujer con una interrupción voluntaria del embarazo.

Aborto: otros aspectos psicológicos a tener en cuenta

Además de los problemas psicológicos mencionados, hay otro significado psicológico del aborto que debemos considerar. Para muchas mujeres, la IVE representa un primer "no" explícito y consciente, el comienzo de una crisis que puede llevar del conflicto al renacimiento.

Quizás, la mujer que aborta se enfrenta a un primer nacimiento de sí misma. A menudo este pasaje marca un punto de inflexión, tras el cual se acelera el proceso de individuación. Así, el aborto voluntario puede interpretarse (parece paradójico, pero toda experiencia puede dar lugar a consecuencias no necesariamente negativas) como una de las experiencias positivas que puede tener una mujer.

Un ritual atávico

La elección de abortar no es una transición indolora y suele ir acompañada de un sentimiento de culpa e inferioridad ante la primera afirmación del yo. No pocas veces la mujer que se enfrenta a una IVE intenta derrotar, y en parte lo consigue, a su propia madre omnipotente interior: aquella que al cuidar de los demás los convierte en niños y la convierte a ella misma en una niña, incapaz de decir no a los demás y a sí misma.

Visto así, el aborto adopta la forma de un acontecimiento iniciático y, en algunas culturas no occidentales, todavía es así. La posibilidad de considerar el aborto como un rito de iniciación, un sacrificio, implica:

  • Reconocer su importancia.
  • Ir más allá de las apariencias.

En nuestro inconsciente no todo es claridad, y puede resultar extraño considerar este hecho como generador cuando para muchos es un acto mortal. Sin embargo, es precisamente del sutil vínculo entre la muerte y la vida que nacen y encuentran espacio nuevas partes de nosotros.

como superar un aborto
Fotografía Pixabay

Una herramienta de sensibilización

La renuncia (en este caso a la maternidad) puede abrir la puerta a nuevas conciencias que son generadoras en sí mismas. Incluso se puede plantear la hipótesis de que algunos embarazos nacen ya inconscientemente como abortos: un destino, como lo que los griegos denominaban ananke, esa fatalidad que es también necesidad, hacer lo necesario, para uno mismo, en ese momento.

Tampoco es un acto egoísta, teniendo en cuenta que la salud psicológica de la madre influye de forma decisiva en la del feto. Lo que es importante destacar, haciendo una reflexión más amplia sobre el post-aborto y la psicología, es que no es la elección realizada lo que hace que un acontecimiento sea transformador, sino la reflexión que puede acompañarlo o seguirlo.

La terapia como medio de resignificación de la experiencia

Ir al psicólogo para tratar un aborto se convierte en algo importante ya que permite dar espacio:

  • Al eventual duelo.
  • A resignificar el dolor del acontecimiento.
  • A superar recuerdos traumáticos relacionados con la cirugía o el tratamiento médico y farmacológico;
  • A narrar la experiencia.

Un psicólogo puede proporcionar apoyo psicológico para tratar, afrontar y gestionar los síntomas psicológicos del post-aborto y el impacto psicológico que puede tener en la mujer (como hemos visto, puede provocar una depresión post-aborto y un fuerte bloqueo psicológico), pero también las patologías psicológicas que puedan desarrollarse tras el aborto.

Psicología post-aborto

Como hemos visto, del tema de la interrupción voluntaria del embarazo se pueden hacer diferentes lecturas. Algunas de ellas surgen de preguntas como las siguientes:

  • ¿Cómo se supera un aborto voluntario?
  • ¿Qué nos dicen las experiencias de las mujeres que han optado por el aborto voluntario?
  • ¿Cómo afrontar psicológicamente un aborto?
  • ¿Es posible gestionar las consecuencias de la IVE a nivel psicológico?

El apoyo psicológico, como puede ser el de un psicólogo online, para la interrupción voluntaria del embarazo es una opción de conciencia y amor propio. Afrontar un acontecimiento tan impactante en la esfera psicológica con la ayuda de un profesional permite entrar en un entorno sin juicios, en el que la persona puede recibir apoyo con empatía y competencia y puede resignificar la experiencia vivida.

Este contenido es de tipo divulgativo y no puede reemplazar el diagnóstico de un profesional.

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