Parafilias y trastornos parafílicos

Parafilias y trastornos parafílicos
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Artículo revisado por nuestra redacción clínica
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Publicado el
17.3.2023

El término parafilia, en su acepción, describe la tendencia a realizar "actos anormales" para lograr la excitación o el placer sexual. De hecho, la etimología de la palabra parafilia indica un amor (φιλία) que va más allá (παρά) y, por tanto, denota encontrar excitación sexual en actividades u objetos sexuales inusuales.

En el DSM-5, las parafilias se definen como "cualquier interés sexual intenso y persistente distinto del interés sexual por la estimulación genital o los juegos sexuales preliminares con parejas humanas fenotípicamente normales, físicamente maduras y que dan su consentimiento."

¿Es la parafilia una enfermedad? ¿A qué se deben las parafilias? ¿Cómo se tratan las parafilias? Intentamos responder a estas y otras preguntas a lo largo de este artículo.

Parafilia y trastorno parafílico

La definición de parafilia del DSM-5 identifica una serie de comportamientos sexuales que pueden dar lugar a lo que, en psicopatología, se denominan trastornos parafílicos. Se incluyen dentro de los trastornos sexuales aunque parafilia y trastornos parafílicos no son sinónimos.

La principal diferencia entre parafilia y trastorno parafílico es que, como señala el DSM-5, este último:

"Es una parafilia que, en el momento presente, causa malestar o deterioro en el individuo o una parafilia cuya satisfacción ha causado, o amenazado con causar, daño a uno mismo o a los demás. Una parafilia es una condición necesaria pero no suficiente para padecer un trastorno parafílico; una parafilia, en sí misma, no justifica ni requiere necesariamente una intervención clínica."

Parafilias y perversiones sexuales

El tema de las parafilias sexuales sigue siendo objeto de debate en el ámbito científico, sobre todo porque los hábitos sexuales también se ven afectados por los cambios sociales y culturales. La parafilia, que antes se consideraba perversión sexual, como hemos visto, no se considera en sí misma negativa, como denota el término perversión.

La psicología ha estudiado las perversiones sexuales intentando abstenerse de cualquier forma de juicio, pero en esta evolución del pensamiento siempre ha intervenido la moral de la época histórica, hasta el punto de que los conceptos de perversión, parafilia y trastorno parafílico han evolucionado con el tiempo.

Por ejemplo, las perversiones sexuales en la psicología freudiana son una de las formas en que se expresa la sexualidad humana, aunque sea a un nivel inmaduro. La regresión y la fijación de la libido en un nivel de desarrollo infantil son para Freud mecanismos de defensa presentes cuando el desarrollo psicosexual permanece anclado en un estadio prenatal.

La perversión en psicología también fue tratada en los años posteriores a Freud, y el debate condujo a diferentes conclusiones, aunque sigue prevaleciendo la idea de que la intervención terapéutica sólo es necesaria cuando la parafilia provoca ansiedad, depresión u otros malestares que comprometen la vida de la persona, dando lugar a comportamientos compulsivos. Esta necesidad compulsiva de querer mantener relaciones sexuales es lo que se denomina trastorno por hipersexualidad (conocido popularmente como ninfomanía en mujeres, o satiriasis en hombres).

parafilia
Foto de Kamaji Ogino (Pexels)

‍Conducta sexual y parafilias

Podríamos interpretar preguntas como: "¿Cuántos tipos de perversiones sexuales existen?" o "¿Cuáles son las perversiones más comunes?" "¿Cuántas parafilias existen? ¿Cuáles son las más comunes?", sosteniendo que el concepto de perversiones ha sido sustituido, en psicología, por el de parafilias. 

La evolución de la definición de actividad sexual perversa o parafilia revela hasta qué punto el estudio de las enfermedades psiquiátricas refleja la sociedad que lo expresa. Hoy en día, podemos definir un comportamiento sexual como "patológico" cuando se lleva a cabo de forma compulsiva o cuando, incluso a uno solo de los participantes en la actividad, causa:

  • Malestar y sufrimiento.
  • Interferencia o perjuicio en las actividades laborales o sociales.
  • Problemas jurídicos.

Como hemos visto, la definición de parafilias del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, en un intento de no juzgar, ha sugerido restringir el término a situaciones en las que:

  • Se utilizan objetos no humanos.
  • Se inflige dolor real o humillación a uno mismo o a su pareja.
  • Cuando se implica a niños y niñas o personas adultas sin ser consentidoras. 

Cuando los pacientes se sienten perturbados por sus impulsos sexuales desviados, pero no actúan en consecuencia, se trata de cuadros de gravedad leve. La gravedad moderada, por otra parte, se produce cuando estas personas traducen los impulsos en actos, pero sólo ocasionalmente. Los casos graves se producen cuando los pacientes repiten sus impulsos parafílicos.

Clasificación diagnóstica de las parafilias más frecuentes

¿A qué edad comienzan las parafilias? Por lo general, el inicio de los trastornos parafílicos se produce en la adolescencia.  

Para que se considere una parafilia, debe durar al menos seis meses y debe haber impulsos, comportamientos o fantasías sexuales recurrentes e intensamente excitantes.

¿Cuántas parafilias existen? La clasificación actual de los trastornos parafílicos que encontramos en el DSM-5 se refiere a parafilias mayoritariamente masculinas. A continuación se presenta una lista de parafilias y comportamientos parafílicos:

  • Trastorno exhibicionista: la excitación se desencadena por la exhibición de los propios genitales a una persona extraña sin su conocimiento.
  • Trastorno fetichista: implica el uso de objetos inanimados que no se limitan a juguetes sexuales diseñados para la estimulación de los genitales. 
  • Trastorno frotteurístico: tocamientos y roces con una persona sin su consentimiento.
  • Trastorno pedófilo: actividad sexual con uno o más niños o niñas, normalmente de 13 años o menos. La persona pedófila debe tener al menos 16 años y ser por lo menos cinco años mayor que la persona abusada. No incluye a aquellos adolescentes tardíos implicados en una relación sexual continuada con un menor de 12-13 años.
  • Trastorno de masoquismo sexual: el acto de ser humillado, golpeado, atado o hecho sufrir de cualquier otra forma, que desencadena la excitación sexual.
  • Trastorno de sadismo sexual: el sufrimiento psicológico o físico (incluida la humillación) de la víctima que excita sexualmente a la otra parte.
  • Trastorno por travestismo: excitación provocada por el travestismo, es decir, por llevar ropa característica del sexo opuesto.
  • Trastorno voyeurista: fantasías y excitación resultantes del acto de observar a una persona que no lo espera mientras está desnuda, desnudándose o manteniendo actividad sexual.
parafilias o parafilia
Foto de Mahrael Boutros (Pexels)

Parafilia no especificada (NAS)‍

Existen otros tipos de parafilia, he aquí algunos ejemplos:

  • Escatología telefónica: excitación derivada de llamadas telefónicas en las que se utiliza lenguaje sexual u obsceno.
  • Necrofilia: experimentar excitación sexual o realizar actos sexuales con cadáveres
  • Parcialismo: el placer se obtiene con una parte específica del cuerpo, que es la de preferencia.
  • Zoofilia: la excitación surge del deseo sexual por los animales.
  • Coprofilia: el deseo sexual aumenta con la visión, el olor o el sabor de los excrementos.
  • Urofilia: la micción o el contacto con la orina es una fuente de excitación sexual
  • Clorismafilia: consiste en administrarse o administrar a otra persona enemas, acción que aumenta la excitación sexual.

El académico M.P. Kafka afirma que "los trastornos relacionados con la parafilia suelen tener consecuencias negativas en la intimidad de la pareja" pero, en algunos casos, el amor y la parafilia coexisten en la vida sexual de algunas personas. 

Es el caso, por ejemplo, de las parejas parafílicas que practican el BDSM (inclinaciones y prácticas sexuales basadas en la dinámica dominación-sumisión), que, según investigaciones realizadas en Estados Unidos, están bastante extendidas y aceptadas.

Parafilias: síntomas y comorbilidad

¿Cómo saber si se tiene una parafilia? Las personas con parafilia:

  • Tienen conductas perjudiciales, consigo mismas o para las demás.
  • Sienten un fuerte malestar social.
  • Asocian la búsqueda de placer y la excitación sexual con actitudes disfuncionales.

Las afecciones conocidas de los trastornos parafílicos pueden ser diversas. Se ha encontrado una relación entre narcisismo y parafilia (narcisismo y perversión es un binomio que se basa también en la falta de empatía, característica de la persona narcisista) y dependencia afectiva y parafilia, pero también con otros trastornos de la personalidad como el trastorno antisocial de la personalidad y el trastorno límite de la personalidad.

Un estudio realizado por M. Kafka sobre una muestra de pacientes varones destaca la presencia de trastornos psicológicos como los trastornos del estado de ánimo (especialmente la distimia), la depresión, el trastorno de ansiedad, el trastorno por consumo de sustancias y la hipersexualidad.

En algunas personas con TOC (trastorno obsesivo compulsivo), como sostiene la investigadora Marta Kuty-Pachecka, puede haber presentes trastornos de la sexualidad y obsesiones sexuales.

Causas psicológicas de las parafilias

Aunque los factores biológicos están presentes, son las razones psicológicas las que desempeñan un papel clave en la determinación de la parafilia y el significado subyacente de los actos sexuales. 

En lo que respecta específicamente al estudio de las perversiones femeninas, la sexóloga H. Kaplan señala en su libro Female Perversions. Las tentaciones de Emma Bovary que implican dinámicas más sutiles que la sexualidad más predecible de las perversiones masculinas:

"Si las perversiones masculinas se manifiestan en forma de actos sexuales prohibidos que interpretan y caricaturizan el rendimiento genital adulto, las perversiones femeninas deben manifestarse en ámbitos que interpretan y caricaturizan un ideal femenino de género: inocencia, limpieza, espiritualidad y sumisión."

Entre las causas de las parafilias, de hecho, podemos considerar experiencias como la separación, el abandono y la pérdida como consecuencia de traumas infantiles, abuso durante la niñez o la adolescencia o relaciones de cuidado negligentes o disfuncionales, entre otras.

Algunos estudios, como el realizado por M. Yu. Kamenskov y O. I. Gurina, también identificaron causas fisiológicas, con "un aumento de los niveles de serotonina y norepinefrina y una disminución de las concentraciones de DOPAC (ácido 3,4-dihidroxifenilacético) en la orina de pacientes con trastornos parafílicos". Las concentraciones de serotonina y norepinefrina se correlacionaron con los trastornos obsesivos. El nivel de DOPAC se asoció con trastornos afectivos y disociativos".

parafilia o parafilias
Foto de Mahesh Chouhan (Pexels)

Tratar las parafilias

¿Cómo se hace frente a las parafilias? ¿Qué hay que hacer si se padece una parafilia? Los trastornos sexuales y las parafilias no siempre son fáciles de tratar. De hecho, el tratamiento de las parafilias es bastante complejo, sobre todo cuando la persona ya ha puesto en marcha procesos defensivos que le hacen negar que su comportamiento sea patológico. 

El tratamiento de la parafilia puede llevarse a cabo con tratamientos psicoterapéuticos por parte de un profesional de la psicología sexual y, en algunos casos, con el uso de psicofármacos. Los trabajos de los investigadores B. J. Holoyda y D. C. Kellaher señalan que: 

"Por su propia naturaleza, algunos trastornos parafílicos pueden predisponer al individuo a cometer delitos sexuales. Por lo tanto, el tratamiento biológico de los trastornos parafílicos reviste una importancia fundamental para la psiquiatría y la sociedad en general". 

Tres categorías de agentes farmacológicos utilizados habitualmente para tratar los trastornos parafílicos son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, los análogos de esteroides sintéticos y los análogos de la hormona liberadora de gonadotropina".

No se han desarrollado pruebas para detectar la parafilia, pero es necesario que el profesional investigue a fondo las causas del problema y aplique las técnicas terapéuticas más adecuadas a cada persona.

Curar las parafilias con terapia psicológica

Uno de los tipos de psicoterapia que se pueden utilizar en el tratamiento de la parafilia es la terapia psicodinámica, que también se puede llevar a cabo de forma individual o en pareja.

La intervención psicodinámica en una persona que practica una actividad sexual perversa debe comprender de forma exhaustiva:

  • De cómo la perversión interactúa con la estructura de personalidad subyacente de la persona.
  • De las repercusiones que esta actividad tiene en la vida del individuo.

¿Cómo debe actuar la persona que padece parafilia? ¿A quién debe pedir ayuda? Un primer paso puede ser solicitar ayuda psicológica, por ejemplo a un psicólogo online. Es muy importante que el paciente muestre una buena motivación para hacer frente a la parafilia.

Este contenido es de tipo divulgativo y no puede remplazar el diagnóstico de un profesional.

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