Todo el mundo fantaseamos. Puede ser con un viaje, con el chico o la chica de tu clase en el gimnasio, con cómo sería cenar en tal restaurante… porque la imaginación es libre, no tiene límites y, claro, llega a todas las esferas, a la sexual también. En este artículo hablamos de sexo y fantasías y… spoiler: las fantasías en el sexo son normales, no hay nada raro en las fantasías eróticas ni en aderezar sexo y amor con un poco de pimienta... y no, no se recurre solo a las fantasías sexuales durante la masturbación.
Las fantasías en el sexo, como muchas otras cosas, también han sido fruto de estudio. Por ejemplo, el investigador Vieri Boncinelli definió la fantasía sexual como la capacidad que tiene todo ser humano para el autoerotismo mental y para crear imágenes eróticas. La fantasía es capaz de activar el deseo y la excitación general y genital, hasta el punto de convertirse, para algunas personas, en el motor de la actividad sexual.

Tipos de fantasías sexuales
En la imaginación erótica, lo real y lo fantástico pueden entrelazarse. Por eso es posible que los personajes de nuestras fantasías eróticas se basen tanto en personas reales como en personas imaginarias.
Para clasificar los tipos de fantasías sexuales se tienen en cuenta diversos criterios.
El primer criterio de clasificación hace referencia al momento en el tiempo en el que se evocan las fantasías eróticas:
- Fantasías en el sexo anticipatorias: Aquellas evocadas temporalmente fuera de la actividad sexual.
- Fantasías en el sexo de apetencia: Las que ocurren justo antes de la actividad sexual.
- Fantasías en el sexo intercurrentes: Las que ocurren simultáneamente con el encuentro sexual y se convierten en parte de él.
Según su contenido:
- Fantasías en el sexo contextuales: Aquellas en las lo que se representa es muy similar a lo que sucede en la realidad.
- Fantasías en el sexo extra contextuales: Aquellas en las que el tema que se representa no tiene relación con lo que sucede en la vida real. Este tipo de fantasías requieren más esfuerzo mental.
Un tercer criterio se centra en el tipo de actividad sexual representada. Se distinguen:
- Fantasías en el sexo preceptivas: Aquellas en las que la persona que fantasea hace una proposición sexual.
- Fantasías en el sexo responsivas: Aquellas en las que la persona responde a una actividad propuesta.
Otra distinción tiene en cuenta la relación entre los miembros de la pareja y la posibilidad de compartir y explorar mutuamente sexo y fantasías. En función de ello, se distinguen los siguientes tipos de fantasías sexuales:
- Fantasía erótica compartida: Aquellas fantasías propias que pueden hacerse explícitas a la pareja, son aceptadas y potencialmente alcanzables.
- Fantasía erótica compartible: Aquella imaginada por una de las partes y que se puede hacer explícita sin una carga emocional o relacional.
- Fantasía erótica privada: Aquella fantasía que no tiene la posibilidad de hacerse explícita a la pareja, incluso en un momento determinado de la relación, porque la persona puede experimentar miedo a sentirse juzgada o a ofender a la otra parte.

Sexo y fantasías: dar y recibir
Según la Dra. Maria Puliatti, para una intimidad más consciente ambos miembros de la pareja podrían experimentar el placer de un intercambio recíproco entre el "dar" y el "recibir". De este modo, ambos pueden descubrir los dos papeles opuestos pero complementarios de las fantasías eróticas:
- Deseo de control;
- Dejarse llevar por completo.
La cercanía y la intimidad pueden lograrse a través de una experiencia de curiosidad abierta hacia uno mismo y hacia la otra persona.
¿A qué necesidades responden las fantasías sexuales?
La imaginación erótica puede responder a distintas necesidades personales también en función del momento que se esté viviendo. Por eso, las fantasías eróticas pueden cambiar con el tiempo.
Una fantasía sexual puede:
- Ser de ayuda para explorar la propia identidad sexual o para fortalecerla.
- Realizar una acción compensatoria, colmar carencias momentáneas, necesidades relacionales y psicoafectivas.
- Tener una función defensiva y ayudar a superar heridas o traumas psicológicos.
- Permitir activar y mantener el deseo y la excitación sexual, lo que puede favorecer el orgasmo.
- Ayudar a no banalizar las relaciones sexuales aportando beneficios en la relación de pareja.
- Tener mayor conciencia de las propias sensaciones corporales.

Cuando las fantasías sexuales pueden resultar un problema
Como se ha visto antes, las fantasías sexuales pueden utilizarse para diferentes fines y necesidades. Este mundo de fantasía puede adoptarse como una forma de experimentar la sexualidad, tanto con uno mismo como con los demás, con más conciencia, curiosidad y libertad de exploración.
En ocasiones, las personas pueden desarrollar comportamientos compulsivos o adictivos en torno a sus fantasías sexuales. Condiciones como la hipersexualidad o adicción al sexo (lo que popularmente se conoce como ninfomanía en mujeres o satiriasis en hombres) pueden surgir cuando las fantasías sexuales se vuelven obsesivas o cuando se depende exclusivamente de ellas para la excitación sexual.
Otras veces, puede ocurrir que el propio juicio sea la causa de la inhibición, la falta de exploración y la disminución del deseo sexual, hasta el punto de activar estados de alarma y miedo con respecto a las propias fantasías.
A menudo, el miedo a no poder controlar los propios deseos en el mundo real hace que la persona autocensure su imaginación y sus fantasías eróticas. Algunos ejemplos de fantasías sexuales que pueden ser alarmantes:
- Por su contenido. A veces, se consideran muy distantes de la propia historia vital, los modelos culturales o la orientación sexual.
- Por su intrusividad. Se convierten en un pensamiento recurrente que invalida otras actividades que se están realizando: “Pienso en ellas de forma constante, incluso en el trabajo”.
- Por la exclusividad de la fantasía en el sexo. Por ejemplo, hacer que la consecución del orgasmo dependa únicamente de la fantasía: “No puedo llegar al orgasmo si mi pareja no me dice esas cosas”.
Las fantasías sexuales enriquecen la sexualidad si se viven con curiosidad, exploración, placer y se comparten con la otra parte. Si sientes que estás experimentando dificultades en el terreno sexual,o incluso alguna parafilia, no dejes que la vergüenza te detenga e intenta hablar con un profesional con experiencia en este campo. ¡En nuestro equipo de psicólogos online encontrarás muchos profesionales dispuestos a ayudarte!